Existen varios tipos de tasaciones inmobiliarias, y cada una responde a una finalidad distinta. Aquí tienes un resumen claro de las principales:
1. Tasación hipotecaria
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Finalidad: Solicitar una hipoteca.
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Requiere: Que la realice una sociedad de tasación homologada por el Banco de España.
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Usada por: Entidades financieras para determinar el valor del inmueble como garantía del préstamo.
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Normativa: Debe cumplir con la Orden ECO/805/2003.
2. Tasación para compraventa
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Finalidad: Saber el valor de mercado de una vivienda antes de comprarla o venderla.
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Requiere: No es obligatorio que sea oficial, puede ser una valoración de un tasador independiente.
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Usada por: Compradores, vendedores, agentes inmobiliarios.
3. Tasación judicial
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Finalidad: Procesos legales como herencias, divorcios, embargos, litigios.
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Requiere: Suele estar encargada a peritos judiciales.
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Usada por: Jueces, abogados, tribunales.
4. Tasación pericial contradictoria
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Finalidad: Rebatir una tasación previa, por ejemplo de Hacienda.
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Usada por: Contribuyentes que no están de acuerdo con la valoración fiscal.
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Proceso: El propietario presenta su propia tasación pericial y se puede llegar a una tasación de “perito tercero”.
5. Tasación para seguros
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Finalidad: Determinar el valor de reposición de un inmueble para contratar un seguro adecuado.
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Usada por: Aseguradoras y propietarios.
6. Tasación catastral
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Finalidad: Determinar el valor catastral del inmueble a efectos fiscales.
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No es una tasación de mercado, sino administrativa.
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Usada por: Hacienda y ayuntamientos para calcular el IBI, plusvalía, etc.
7. Tasación para promoción o inversión
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Finalidad: Evaluar el valor futuro de un proyecto o suelo urbanizable.
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Usada por: Promotores, constructores, inversores.